Siempre me ha encantado escribir, lo hago desde que estaba muy pequeña, recuerdo claramente que lo hacia en viejos talonarios de facturas de distribuidoras en donde mi papá alguna vez fue vendedor. Paré de escribir porque a medida que fui creciendo los preconceptos llenaron mi cabeza, sobre los diarios y los secretos, para qué escribir algo que nadie va a leer, si escribes un diario que nadie lo encuentre y esas cosas estúpidas que se te meten en la cabeza.
Cuando llegué a la Universidad escribí nuevamente, tenia un cuaderno especial que me acompañaba a todos lados, en el escribía reflexiones personales, citas inspiradoras y cualquier cosa que me encontrara cuestionando, recuerdo claramente que en esa época cuestionaba el modelo “Estudiar, trabajar, casarse, tener hijos y morir”, era algo tan injusto y sin sentido, me decía a mi misma, después de tanto luchar mueres y se pierde todo, tanto trabajo. Tanto cuestionamiento encontró respuesta un tiempo después.
En ese mismo periodo descubrí que escribir un diario, registrar una historia tenía más que ver con quienes lo leerían, esto cambio todo para mí, comencé a escribir más y más, comencé a registrar la historia de mi vida, quería que en el futuro las personas supieran de mi, de mi origen, de lo que hice, de lo que logre y dejar ese registro a mis descendientes, a mi futura generación.
Muchos de esos cuadernos que he llenado se han perdido en el trayecto de mi viaje por la vida, pero en esta nueva etapa he decidido dejar un registro en Internet, contar mi historia en mi blog, en videos en YouTube, en un podcast, dejar esa huella para que mis descendientes la encuentren y sepan de donde surgió todo, quiero escribir la historia que será contada sobre mí.